Aunque de día este presa,
de noche puedo volar.
Volar para darte
un beso,
volar para que
no me dejes
de amar.
Tus cartas, mi amor
son un tesoro
que ladrón alguno
podrá robar;
en mi tristeza
las rememoro
y me devuelven
la libertad.
Una cama fría
en la soledad,
terrible monstruo
que devora.
Mi corazón te añora,
mi corazón
que no te puede olvidar,
los dos con la misma
cadena,
los dos presos
entre rejas
como pájaros negros
sin libertad.
Al saber
que nos esperamos,
eres la estrella
que guía mi caminar,
a esto tan grande
que sentimos,
se llama
amar.
Firmado: Barbi
(Dedicado a todos los que aman)
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