miércoles, 26 de octubre de 2011

Mi buen dios



Había un hombre que anduvo toda su vida por el desierto, al final de sus días miró hacia atrás para ver el camino recorrido y observó que en algunos lugares había cuatro huellas, y en otros solo dos.

El hombre meditó sobre su pasado; había recorrido sus propios pasos, que a veces estaban acompañados por los de dios.

Entonces levantó la mirada y pregunto al cielo.

¿Mi buen dios, porqué en los peores momentos me abandonaste?

A lo que dios le respondió; Nunca te he abandonado, allí donde ves solo dos huellas, ¡yo! te llevaba en mis brazos.

El amor por la fuerza, nada vale.

La fuerza sin amor, es energía gastada.

Firmado: Aro. Aro

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