miércoles, 29 de febrero de 2012

Hechos


Que fría cayó la noche,

con su implacable oscuridad.


Que fría, negrura, cuanto desazón

y soledad sentí.


La impotencia que me invadió

tras la noche imposible.

Mi cuerpo el dolor sintió

y la impotencia me rodeo.


Cuanto tiempo de espera,

cuantas relaciones rotas,

para volver a sentir

esa impotencia en mi misma.


La realidad es cruda,

siempre defendiendo la verdad,

siempre callando los hechos

encadenados por la injusticia.


Eres libre e inocente,

tú lo crees así.

Tengo que demostrarlo,

si es así,

ese es un hecho.


Cuantas lenguas viperinas,

siempre de los demás.

Todos dicen según ellos,

la única verdad

-La mía no sirve-


Deseaba decirme

que no hay ninguna vida

que sea nuestra por entera,

que al final casi nada importa.


Que cuando nos sentamos frente al abismo,

y lo miramos hacia atrás

solo se pierde

entre las sombras el alma,

recibiendo de quienes nos quieren

de verdad.


Que cualquier camino

es bueno, aunque frío

si sirve para preservar,

el sentimiento es absoluto

y el único por el que merece la pena

vivir y morir.


Pero esas verdades

han de salir de uno mismo,

para que surtan efecto

y puedas sobrevivir.


Firmado: Ascensión

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