miércoles, 26 de octubre de 2011





Leer es un acto creativo que me aviva la inteligencia, fortalece la personalidad y nos regala momentos de intimidad internos y placenteros.

Pero no leemos solo por eso, por abrir un paréntesis en nuestra vida y aislarnos de lo que nos rodea. Lo hacemos porque la lectura nos acerca a algo único de lo que deriva todo lo demás: la experiencia del otro. Y cuando lo hallamos, es como si nos atravesara una corriente eléctrica que parte del libro y alcanza nuestro corazón.

Alguien ha encontrado las palabras que buscabas, expresado el sentimiento que te embargaba, el temor que te atormentaba o la dicha que sentías, ha dicho lo que tú presentías o ignorabas, y desde ese momento formo parte de ti, de tu experiencia.

Con la lectura, sencillamente, creemos. En un sentido metafórico y real al mismo tiempo.

Leer un libro,

como tantas veces se ha dicho,

es como viajar sin salir del lugar donde estés.

Y como todo viaje,

el que regresa no es exactamente igual que el que se fue.

Una vez leí:

“Es casi imposible leer algo bello, sin sentir deseos de hacer algo bello” (John Steinleck)

Debemos seguir leyendo…


Firmado: Jana

Mamá





Estaba oscuro…

Solo el rayo de luz de tus ojos.


Me enseñaste a respirar,

y tus entrañas acariciaban

mi frágil cuerpo.


Soñaba con colores

y te imaginaba hermosa;

Fueron nueve meses en un mundo rosa.


Crecí de a poco con tu calor,

me alimentaste con tus caricias

y frases de amor.


El momento llegaba,

iba a conocerte,

estaba muy protegida

con miedo de perderte…


Se hizo la luz,

una mañana de agosto

¡Mamá, sí estabas tú!

Tan maravillosa y tan dulce,

Como te había imaginado.


Aprendí, con el correr del tiempo

y en mis andanzas peligrosas

de cada uno de tus consejos

valorados en cada acto,

de mis diecisiete años;

y soñando cada vez

que me encuentro lejos,

contigo y con nuestros

momentos viejos.



Firmado: Tatiana Aguilera.

¡Las leyes de la estupidez!





La tontería es una condición inerte del ser humano,

que está especialmente desarrollada en ciertas personas.

Una persona estúpida, es la persona más peligrosa que puede existir, tan frecuente es, que hasta se han clasificado según sus características. Los seres humanos están incluidos en estas cuatro categorías fundamentales…

Primera.

Los incautos, que benefician a los demás y se perjudican a sí mismos.

Segunda.

Los inteligentes que benefician a los demás, y así mismos.

Tercera.

Los malvados, que perjudican a los demás y se benefician así mismos.

Cuarta.

Los estúpidos, que son los causantes de que nuestra vida esté salpicada de pérdidas de dinero, de tiempo, energía, apetito, tranquilidad, aprecio y buen humor. Por culpa de las dudosas acciones de estas absurdas criaturas que en los momentos más inconvenientes, se les ocurre causar daño, frustraciones y dificultades sin que en la mayoría de las veces, ni ellas vayan a ganar nada en esas acciones. Y cuando se dan cuenta, ya no hay marcha atrás posible.

Firmado: Aroa Navas

Comienza la primavera




Hecha un pimpollo

y vestida de alegres colores.

Mañana a mi domicilio,

la samaritana niña

que me ayuda a caminar

por la vida, para anunciarme

que es la primavera,

que es la estación de la juventud

del amor y las flores.


Firmado: Aroa Navas

Vuelve a empezar





Aunque sientas el cansancio

Aunque el triunfo te abandone

Aunque un error te lastime

Aunque un negocio se quiebre

Aunque una traición te hiera

Aunque una ilusión se apague

Aunque el dolor, queme tus ojos

Aunque ignoren tus esfuerzos

Aunque la ingratitud, sea la paga

Aunque la incomprensión borre tu risa

Aunque todo parezca nada…

Vuelve a empezar.

Firmado: Aroa Navas

Luna llena (En una noche, de luna plena)





En las noches más oscuras, miro al cielo y te busco.

Hay oscuridades en las que no te encuentro,

observo el solitario firmamento,

en este rectángulo ocular. El cual,

por la invención del hombre que dictamina

lo que es justo, no puedo ver más allá.


En cambio

hay noches muy distintas,

como la de hoy.

Son pocas, más por esa razón, aún son más mágicas.


Tú, luna…

En todo tu esplendor,

circulo magnético que me hipnotiza

y mí mirada, no logro apartar.


Con tu luz pura, me llenas de energía,

tú me das vida, me das esperanza.

Me haces recordar que eres la misma de siempre,

y vuela mi imaginación, hasta vellos paisajes,

verdes prados, desiertas playas, infinitos horizontes

y frondosos bosques…


Tus ojos han visto tantas cosas,

cosas que ya son historia,

e historias que no lo son tanto.


Tú, luna,

eres la misma que me alumbraste desde el primer día,

de igual forma que lo aras, hasta la última hora,

mi último suspiro.


Has sido testigo de amores puros y sinceros,

siempre fuiste mi confidente…


¿Recuerdas cuando la injusticia nos separó?

¿Cuándo le dije que mirase a la luna llena, que yo también la estaría mirando?


Nos ayudaste a no sentirnos tan lejanos;

a pesar de todo, sé que lo recuerdas.


De brechas en la distancia,

que con alambres de espinosos

desgarran nuestros corazones,

y en frías noches de invierno, helarse mi corazón

rompiese, como si de un simple trozo de hielo

se tratase.


Pero luna,

las heridas siguen infectadas, aún duelen.

No logro cicatrizarlas, aún sangran

tan solo una canción, un poema

simples ráfagas o pequeñas brisas,

me transportan en “Flash Backs”

A esos momentos en que recuerdo

mí corazón palpitar en dos tiempos.


Luna,

tú recuerdas cuando tumbados en la hierba

te observábamos, prendados de tu hermosura…

Cuerpo contra cuerpo

Labio contra labio

Alma con alma.


Tú bien sabes que jamás volví a ser la misma,

que de tal dolor, ahora cierro puertas por banda,

y si me asomo a ventanas

tan solo está el límite de la curiosidad o la carne,

pues nadie será el,

ni nunca nadie será yo. Y dudo que puedan comprender,

lo que tú luna sabes;

ya que tan solo tú has estado desde siempre.


Luna si tú pudieras hablar, y contar todo aquello que sabes…

Pues eres la lumbre de la oscuridad,

desde tiempos remotos, oscuridades que tanto temía,

y oscuridad en la que hoy me siento protegida,

siempre que pueda gozar

de tu dulce compañía,

tú luna.


Firmado: Neura

Mi mayor tesoro





La familia, es el mejor tesoro

el guardián de las tradiciones

el colador de las maldiciones,

el cofre del amor bien guardado.


Mi familia, mucho amor reparte

sus pocos miembros

unidos están,

y cuando los necesito,

de mi lado no se mueven

se apoyan y amor reparten.


Gracias a dios he de dar

por en ella hacerme entrar,

y aunque nunca os lo diga,

que nunca se os olvide

jamás de vosotros

me van a separar.


¡Os quiero muchísimo!


Firmado: Ainjova

Madre



Que difícil es el oficio de ser madre, difícil y poco agradecido, ni pagado, ni valorado. Yo tengo el ejemplo, no sé si de la mejor madre, pero sí una de las mejores, pues mantuve unida a la familia , mi gran familia; y digo gran familia, no porque seamos muchos, en realidad somos solo siete, pero es la más grande en amor, cariño y apoyo.

Desde que nací hasta ahora que voy a hacer “50” años, hemos pasado de todo, bueno y malo. Siempre lo hemos pasado juntos, y eso es gracias a lo que nos inculcaron, mi madre y mi abuela desde pequeñas, y se van pasando todos los valores de generación en generación.

Sé que no todas las madres son iguales, pero yo, le doy gracias a dios por haberme dado la madre que me ha dado.

Primero porqué cuando éramos pequeñas, se dejó la vista y la espalda cosiendo, tantas horas como el día tenía, para sacar la familia adelante, y lo podía hacer por que tenía la ayuda de nuestra abuela, que era como ella, después fuimos creciendo y siempre la tuvimos ahí cuando la necesitamos, incluso nos contaba cosas de la vida, cuando nadie lo hacía y nosotras éramos unos “bichos raros” por hablar las cosas de la vida con nuestra madre.

Mi madre ha estado toda su vida trabajando, incluso cuando no había trabajo, mi madre trabajaba. Y ahora con sus ya “70” años podría disfrutar haciendo tantos viajes soñados con sus amigas; se encuentra con que tiene que volver a hacer de madre con mi hija, por yo estar aquí.

Tampoco ninguno de ellos me falta, ni en los vis a vis, incluso mi sobrino, ha dejado a las amigas para poder venir a ver a su tía, y no os podéis imaginar, la fuerza que me dan con su amor y cariño, tanto mis hermanos, sobrino, cuñada, madre y como no, de mi hija Nona.

Todos ellos juntos hacen lo imposible, para desde la calle, poderme sacar; pero aunque eso no se pudiera conseguir, tienen mi amor eterno, por ser como son y ser mi “Gran familia”.

Os quiero y os apoyo.

Firmado: Ainjova