Respeta la influencia de la tristeza.
Admite que puede afectarte,
física e espiritualmente
a veces con una intensidad
sorprendente,
procura ser benévolo contigo
mismo.
Exterioriza la pena de tu corazón
destrozado.
Dios entra a través de sus grietas.
Acepta el dolor,
puede que encuentres más fácil,
suprimirlo o evitarlo
mediante distracciones
y ocupaciones.
Pero de todas formas,
tus emociones volverán a aflorar;
el dolor,
reclama tu atención.
Llora tus lágrimas,
son testimonios de amor;
y las lágrimas que brotan de amor,
ayudan a curar y renovarse.
Procura la compañía de otras personas,
concede tiempo
a tu tristeza.
Nada os pertenece en propiedad,
más que vuestros sueños.
Reconoce tus propios valores,
y te sentirás seguro
ante los demás.
La belleza se lleva
en el espíritu,
con cariño y simpatía.
Firmado:Aro. Aro
1 comentario:
Felicidades Aro.Aro por este bello poema que nos habla de la tristeza, y tú querida amiga, nos dejas con tus
hermosos versos una magnífica actitud
ante la vida y sus contratiempos...
Enhorabuena Aro.Aro!
Un abrazo para ti...
Anyela.
Publicar un comentario