A
pesar de haberte fallado
jamás
me has abandonado,
en
mi corazón siempre
has
habitado.
Has
dejado que errara,
que
yo sola aprendiera
y
a tu camino regresara.
Yo
era tu oveja descarriada,
ahora
he vuelto, a tu camino.
Un
camino que ya no abandono,
pues
en él, tengo esa calma.
No
solo en el alma,
estoy
tranquila,
nada
malo he hecho,
y
sé que en mi lecho
y
en mí día a día,
tú,
estas para
amarme.
Firmado:
Ainjova
No hay comentarios:
Publicar un comentario