Sentada, observando
y la vida pasando
semblantes tristes,
ojos chispeantes
todos reflejando,
unos alegrías,
o simples tormentos,
siempre depende.
¿De qué?
De nosotros mismos.
Vamos engañando,
vamos falseando,
todo son mentiras,
cuantos desesperos
y siempre nos quejamos.
Si las mentiras,
nos las creemos
nosotros mismos.
¿Qué vida viviremos?
Si no hay nada cierto,
nos gusta la falsedad
y cuantos viven de ella,
pues pasan los días
hasta que todo acaba.
Vienen las quejas
de los daños que devuelven,
sin pensar en ellos.
Y cuanto les cambia
Su futuro,
Sus vidas
¿Qué tenemos derecho?
A engañar,
ni hacerlo para hacer
desgraciados
a los que de buena fe,
van todavía por la vida
pensando en que todos los días,
son brillantes y hermosos.
¿Nos gusta la mentira?
¿Nos gusta que nos hagan daño?
Pues no utilices,
la falsedad.
Firmado: Ascensión.
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